jueves, 16 de abril de 2009

REFLEXINE Roland '89

Se aprende a hacer cine haciéndolo, pero paradójicamente, hay que saber hacerlo.

Me pinché un dedo y me salió celuloide.
Del celuloide viejo (nitrato) se hace,, entre otras cosas, pomada para lustrar calzado. Cada vez que paso la franela por mis zapatos pienso que estoy acariciando alguna borrada imagen de Greta Garbo.
Nos enseñan a hablar pero no a callar.
A veces la imaginación rescata, bien o mal, lo que la memoria olvida.
El cine lo llevo en la sangre. He sido víctima de frecuentes intoxicaciones.

continuará......

No hay comentarios:

Publicar un comentario